Breve historia sobre las energías renovables (Energía Fotovoltaica)
No todos sabemos que el premio Nobel de Física a Albert Einstein le fue concedido por demostrar que la luz tiene pequeños paquetes de energía (cuantos de luz) que denominamos actualmente fotones. Pero, el nombre de Albert Einstein quedará unido a la memoria popular por la Relatividad, y su famosa ecuación E=m*c2.
En este post, podemos comprobar que las energías renovables, y en concreto la solar fotovoltaica, no es algo de antes de ayer, si no de hace décadas.
El cambio social que experimentamos en su utilización está únicamente sustentado en el aumento del rendimiento del sistema y su disminución de precio; no en su descubrimiento o en la fabricación.
Ya en 1887 el ingeniero y profesor James Blyth fue un adelantado en su época en el estudio de la generación eléctrica mediante la fuerza del viento y la construcción de una turbina eólica, que utilizó para iluminar su vivienda vacacional. Patentó su sistema de generación eléctrica mediante energía renovable y fabricó un modelo de mayor potencia para dotar de suministro eléctrico de emergencia al Hospital Psiquiátrico de Montrose (Escocia).
Al poco tiempo, en 1897, el danés Poul la Cour, que tenía una formación de meteorólogo, construye varios aerogeneradores de prueba en Askov (Dinamarca). Y para 1918 Dinamarca contaba con más de 100 aerogeneradores en empresas públicas, con una potencia máxima de 35kW, y un total de 3MW instalados.
En energía solar fotovoltaica los inicios también fueron tempranos. En 1882 el inventor Charles Fritts crea la que se considera primera célula fotoeléctrica: selenio utilizado como semiconductor y recubierto de una muy fina capa de oro. Esta célula apenas conseguía un 1% de eficiencia de conversión y, por supuesto, con un alto coste económico. Realizó pruebas de campo en los tejados de Nueva York. Envió una de sus células al ingeniero Werner von Siemens.
Y la solar térmica no empezó mucho más tarde: Willian J. Bailey patentó y comenzó la venta de un colector solar para ACS en 1909.
¿Y el hidrógeno?
Pues en 1923 Haldane escribía sobre un sistema de almacenamiento de hidrógeno y generación eléctrica mediante turbinas eólicas.
Aquel ‘impuesto al sol’ (que nadie pagó, que nació y murió para meter miedo, dar vergüenza y hacer que nuestro país enfrentara juicios y multas milmillonarias), junto a la apuesta durante décadas por la energía fósil, nos han traído a este futuro reciente (me viene a la memoria aquella obra maestra de Moody Blues, ‘Days of Future Passed’) de cambio climático.